INSCRIBITE EN
miparejaideal@hotmail.com.ar

colocar en asunto: solicito formulario de inscripcion



jueves, 6 de octubre de 2011

AMAR

Amar es comunicarse y compartir

Amar es darse al otro, comunicarse, desearse y compartirse desde la realidad de quiénes somos. Supone esfuerzo y mimo, confianza y una cierta incondicionalidad ante el proyecto de esa relación. Es un continuo, y casi siempre se manifiesta con vocación eterna, no coyuntural.
Pero el enamoramiento profundo y apasionado, sin embargo, es un pico de explosión que no parte de quiénes somos en realidad sino de unos seres mutuamente idealizados por una relación muy intensa. Esta situación idílica lleva incorporada su fecha de caducidad, porque el estado de tensión que genera y la suma dedicación que exige no pueden perpetuarse a lo largo de los años. Cuando hablamos de enamoramiento siempre lo asociamos a otra persona y sin embargo ésa es sólo una forma más de amor.
Tal vez ese enfoque sea el que nos responda por qué hay personas que nunca o sólo en su juventud recuerdan haberse sentido enamoradas. Y es que para enamorarse de alguien, hay que tener los poros de la piel abiertos a los paisajes, a las personas que nos rodean, a los sentimientos....
Quien sabe reaccionar ante la frustración y el sufrimiento, está mejor preparado para la flexibilidad y apertura mental y emocional que el amor necesita para brotar.
En resumen, para poder enamorarse de alguien hay que amar la vida, mostrar interés por lo que acontece a nuestro alrededor, tener ganas de saber, de crear, y aferrarse a la vida apurándola como hacemos con la última gota de agua cuando nos morimos de sed.
Puede ser un planteamiento radical, porque a veces es el amor lo que nos permite acceder a todo un mundo de percepciones ya olvidadas pero también es cierto que muchos lamentan no haber estado "preparados" cuando el amor llamó a su puerta.
Porque la respuesta al amor exige una disposición emocional, un atrevimiento, la asunción del riesgo de fracaso de la relación. En cualquier momento, independientemente de nuestra edad y situación emocional, enamorarse entra dentro de lo posible.
Entrar en amores está muy relacionado con la estructura afectiva de las personas, que se ha ido tejiendo en función del tipo de afectos vividos con personas de gran significación emocional, preferentemente del medio familiar. En cada enamoramiento están presentes, si bien de forma oculta, los modelos y expectativas que arrastramos desde nuestras experiencias afectivas más tempranas.
Muchas relaciones fracasan porque se repiten inconscientemente modelos de relación que no funcionaron o porque se esperaba que la persona amada llenara vacíos heredados de una experiencia insatisfactoria de otras relaciones familiares o amorosas. Cuántas veces hemos oído lo de "si lo sé, no me caso". Pero, ¿qué es lo que había que saber?
Un tanto toscamente expresado: que la otra persona no es el príncipe azul ni la mujer-madre perfecta que nos imaginamos cuando surgió el amor. Aunque haya excepciones, casi nadie responde del todo a las expectativas que suscitó en el otro mientras duró la fase de enamoramiento, porque somos seres humanos, y por tanto, imperfectos y bien distintos de la persona idealizada que el otro creó en su mente cuando se enamoró.
Hay quien se enamora con frecuencia y de distintas personas por poco tiempo, mientras que otros y otras confiesan no haberse enamorado nunca o haberlo hecho sólo una vez y para toda la vida. El amor pertenece al campo de los sentimientos, a las emociones difícilmente explicables con los argumentos de la razón.
El amor hace inexplicable al ser humano y ahí reside su grandeza: continúa siendo un misterio a pesar de los intentos de comprenderlo que el ser humano ha emprendido a lo largo de los siglos. Cuando una persona dice a su enamorado "vida mía" siente que el otro es su vida, el compendio de sus aspiraciones emocionales.
Pero ahí reside el riesgo: hay que soñar, pero esperarlo todo de la otra persona equivale a arriesgarse a la decepción. Ahí está la clave del fracaso de muchas parejas. Antes de adquirir un compromiso formal, conviene enfriar un poco los ánimos, bajar al terreno de lo real y estudiar a la otra persona, ensayar una relación que nos permita conocer a fondo a nuestro amante, delimitar su manera de pensar, de comportarse en la cotidianeidad, su modo de percibirnos como personas, lo que espera de nosotros y lo que podemos darle para hacerle feliz y consolidar nuestra relación de pareja.
Durante la fase de enamoramiento disculpamos "defectillos" que casi nos parecen un dechado de originalidad pero quizá el paso del tiempo convierta esas peculiaridades y costumbres en una losa para la relación. Conviene reflexionar un poco. Quizá lo adecuado sea habilitar una convivencia en la que se puedan comprobar lo que dan de sí las expectativas que hemos depositado en el otro.
Después podremos adoptar decisiones, siempre dejando la puerta abierta a cambios e imprevistos porque todos somos una caja de sorpresas. En esa cautela pactada puede estar la clave del éxito: vamos a abrir juntos nuestros respectivos cofres para ver qué hay dentro del de cada uno y a asumir conjuntamente la situación real sin perder cada uno su libertad de acción y decisión.
El conocimiento de uno mismo, de las vivencias que han influido en nuestra vida, nos ayuda a saber por qué reaccionamos de determinada manera ante una situación o qué debemos modificar para que la relación amorosa resulte satisfactoria. Pero tampoco nuestra historia personal debe erigirse en condicionante fatal que nos impide abrirnos a opciones con expectativas de éxito. Como seres inteligentes y emocionales que evolucionan, somos un proyecto por hacer.

EL FLECHAZO

Es una simple experiencia hipnótica en que nos sentimos enceguecidos por los atractivos de una persona, la cual suponemos, erróneamente, que puede entregársenos por completo y repentinamente ante nuestra primera mirada..
Es decir, el flechazo es una reducción e incluso una cierta suspensión de nuestra conciencia. Esto significa que en tal estado hay un retorno a la infantilidad, pues hay una contracción y empobrecimiento de la atención.
El flechazo es un arrebato pasional que altera profundamente, da un bienestar mágico y milagroso, y te cambia la vida de color.
¿Cada vez que lo ves tu corazón se acelera, el estómago te hormiguea y el sudor recorre tu hermosa anatomía? Entonces te tenemos una noticia: Cupido, ese inquieto niño con alas y ojos vendados, ha vuelto a hacer de las suyas y éstos son algunos de los efectos del dulce veneno de su flecha.
La excesiva rapidez e intensidad con que se produce el amor a primera vista se debe a que descubres que él se ajusta a tu modelo de pareja ideal. Este arrebato pasional es un golpe emocional que te altera profundamente, lo sientes mágico y milagroso, te da un extraordinario bienestar y te cambia la vida de color.
Estar al lado de él es tu única necesidad y deseo, y al acercarte a él te relajas, desaparecen tus tensiones. Creas con él un mundo propio y sólo te interesa lo que está dentro. Te sientes indestructible si estás junto a él y vulnerable si se separan. Sientes cómo él te complementa y esta ilusión te convierte en una persona feliz.
El flechazo es un enamoramiento repentino, sin embargo no sólo provoca sentimientos pasajeros, pues la percepción inicial tiene más importancia de lo que te imaginas.
Si tuviste una primera impresión buena con un chico, hay más posibilidades de que conforme se vayan conociendo mejor, esa chispa se convierta en una relación amorosa duradera.
Pero si fue desfavorable, es preferible que por un tiempo dejes de tener contacto con él, permitas que pase un tiempo para que olviden esa sensación negativa, y puedan darle después una nueva oportunidad a la relación.
Según los expertos, estamos programados para desapasionarnos después de 18 a 30 meses de relación de pareja. En ese momento la pasión puede terminar, pero también puede transformarse en una fuerte unión controlada por el amor y la afinidad.
Si deseas que ese primer deslumbramiento se transforme en una relación profunda, debes saber manejar adecuadamente tus sentimientos.
Si evaporas tu sentido crítico respecto a tu amado, lo ves lleno de virtudes y lo idealizas, puedes condenar el romance a que desaparezca tan rápido como surgió, pues cuando descubras que todo estaba en tu propia cabeza, harás que la relación termine.
Si llevas mucho tiempo sin tener una pareja estable, estás ansiosa por encontrar a alguien para recuperarte de una mala experiencia, sólo buscas aliviar tu soledad, o empiezas a planear toda una vida juntos cuando apenas comienzan a enamorarse, creas una urgencia sentimental por incluir a alguien en tu vida, que sólo le robará etapas necesarias al curso normal de una relación que necesita evolucionar.
Obviamente en la primera cita no es fácil que captes señales de alarma sobre tus propias intenciones, porque todos tendemos a autoengañarnos. Pero puedes poner atención a la actitud del chico, a lo que hace y dice, y analizar si tienen afinidad de caracteres y expectativas. Esto no significa excluir a nadie de entrada, sino darte la oportunidad de disfrutar todas las etapas de la relación.

miércoles, 5 de octubre de 2011

EL DESAMOR

O bien no se valora el matrimonio o bien es que nos hemos vuelto más exigentes en el amor. Pero, ¿cuáles son los motivos más alegados a la hora de finalizar una relación? Algunos sociólogos hablan del egocentrismo que domina a algunas parejas, ya que la realización personal figura como prioridad.
Sin embargo, al contrario de lo que podría parecer, la familia no desaparece ni está en crisis sino que evoluciona al mismo ritmo que la sociedad. Se evoluciona de una familia fruto de la necesidad y falta de alternativa a otro tipo de familia: la electiva. Ello no perjudica sino que beneficia a las relaciones familiares, como recoge la socióloga Inés Alberdi en su "Informe sobre la situación de la familia en España".
Las parejas que se separan no es que no deseen estar casadas, sino que quieren ser felices y que sus hijos vivan en un clima adecuado, puesto que la separación no es un capricho: no se dice adiós a la ligera, especialmente si hay hijos por en medio. Por el contrario dar el paso definitivo conlleva tener sentimientos de culpa, angustia y frustración.
Son infinitos los conflictos que sufren las parejas de hoy, pero haremos hincapié en los siete motivos más frecuentes de conflicto que llevan al desamor.
  1. Juventud: cuanta menos edad sumen los cónyuges más posibilidades tienen de diluir su unión en un futuro, debido a que los jóvenes viven más el presente y el arrebato amoroso les empuja a tomar decisiones poco sopesadas sin reparar en los problemas de la convivencia. Sin embargo, esto no se da si los dos miembros de la pareja saben evolucionar junto a sus sentimientos y necesidades. Un estudio de Asuntos Sociales sobre parejas apunta a que los entrevistados más felices eran los que habían dicho el "sí, quiero" más tarde.
  2. Decepción: en la convivencia día a día bajo el mismo techo, se descubren aspectos desconocidos del otro que en algunas ocasiones suponen dar al traste con la idea que se tenía de nuestra pareja. Ello ocurre principalmente debido a que en la etapa inicial de la relación lo habitual es que cada uno trate de dar lo mejor de sí y que -al estar enamorado/a- se vea solo aquello que se quiere ver. En esta etapa es importante la aceptación del otro y el desarrollar habilidades para mantener la relación.
  3. Inmadurez: es muy difícil solucionar el que una de la partes esté fijada en la infancia y sea incapaz de asumir las responsabilidades que conlleva una relación. Las personas inmaduras suelen ser inconstantes, caprichosas, carentes de una visión sobre las consecuencias de sus actos. Es preferible esperar a que maduren para consolidar la relación.
  4. Egoísmo: el sentimiento amoroso no es puramente altruista, cuando damos esperamos recibir lo mismo o al menos en similar proporción. El intercambio de afecto, de entrega, de comprensión, de cariño, de trabajo... llevará al desencanto si no es compartido, a la frustración, y logrará consumir a la relación.
  5. Autoengaño: la creencia de que lograremos cambiar al otro es falsa y el mantener la venda en los ojos tampoco da resultado y en algún momento esta caerá. Tampoco resultan esas uniones en la que uno de los miembros proyecta en el otro su ideal de persona y la disfraza de lo que no es.
  6. Falta de palabras: la incomunicación es uno de los pilares por los que se agrietan muchas parejas, y muchas veces la suma de silencios se va agrandando en igual proporción al resentimiento acumulado. Se acaba por no tener confianza en el otro y es imprescindible el diálogo y la sinceridad para poder mantener a flote la pareja. Las quejas en voz alta y la claridad restan relevancia al problema y al comunicarlo se minimiza el conflicto.
  7. Rutina: la apatía en una relación es muy peligrosa. Cuando se instala el desinterés poco podemos hacer. Es importante esforzarse para mantener un intercambio interesante en la pareja y esto es algo que concierne a cada una de las partes. Es una utopía fantasiosa el sueño de que el otro, si nos ama, debe adivinar nuestros deseos. Las dos partes han de trabajar para que la relación sea todo menos aburrida.

LA PASION

La pasión, al igual que el amor, atraviesa por distintas etapas y en el niño aparece como una pulsión, es decir, como un anhelo desordenado y confuso de dirigirse hacia cuanto le rodea, expresándose en beber, comer, jugar y correr.
Esto significa que en el niño la pasión es un impulso torpe, ciego, que al llegar a la adolescencia se refina, convirtiéndose en deseo, es decir, en una pulsión concentrada y orientada hacia un objetivo.
En la pareja, la pasión y el amor están asociado con la presencia de dopamina, un neurotransmisor cerebral asociado con la motricidad, las emociones y los sentimientos de placer.
Quienes deseen una pareja duradera deberán compartir actividades interesantes, ingeniosas y excitantes", indicó en exclusiva a Clarín la antropóloga estadounidense Helen Fisher, que investiga el tema desde 1983.

La experta asegura que en la atracción por el ser amado intervienen tres neurotransmisores cerebrales: la dopamina (también produce taquicardia e hipertensión arterial), la noradrenalina (produce los impulsos y la motivación) y la serotonina (un inhibidor que reduce su presencia en estados pasionales).
La pasión dinamiza en el cerebro más o menos la presencia de tres neurotransmisores y tiene una duración de entre 1 y 3 años Después, el amor y la confianza pueden extender la duración de la pareja una década o más.
Para mantenerla lo más viva posible lo importante es que no te pillen con rulos, o con la cara llena de pepinos al acostarte...en serio, el tiempo y la convivencia es, desde luego, el gran antídoto de la pasión pero... qué vamos a hacerle.

Lo importante es la sorpresa constante, la seducción, el juego, el coqueteo. Mas importante que los grandes regalos, los grandes viajes, es la ilusión , preparar una cena romántica en casa, seguir haciendo llamadas cariñosas y juguetonas al trabajo, preparándole para lo que puede venir luego...
Escucharle, hacer un esfuerzo por compartir sus aficiones. En fin un montón de trabajo pero ¡ vale la pena resistirse a no tirar la toalla!

martes, 4 de octubre de 2011

AFRODISIACOS

AFRODISIACOS NATURALES
  Ginkgo Biloba: Mantiene el órgano viril en plena forma, una y otra vez, por lo que se     puede repetir si la pareja nos lo permite.
 
Aleta de tiburón: Plato típico de la comida china, es, con seguridad, uno de los secretos de la fecundidad de los chinos.
 
Jalea real: Es un estimulante general y por supuesto genital, el cual tarda algo en hacer efecto, pero los resultados son seguros y... prolongados.
 
Azúcar moreno: La costumbre de tomar siempre un postre dulce quizá fue puesta de moda por los buenos amantes, y lo cierto es que una ligera hiperglucemia es siempre beneficiosa para el amor. La falta de azúcar provoca una mayor producción de adrenalina y esta hormona bloquea cualquier respuesta favorable al sexo.
  
Apio: Al igual que cualquier alimento que actúe sobre los órganos urinarios, el apio tiene un moderado efecto afrodisíaco, aún más si se toma su caldo. Unido a la remolacha el efecto es aún mayor, pero no lo mezcles nunca con la lechuga, ya que si lo haces anularás los buenos efectos.
 
Avellana: Se consume en algunos pueblos en el banquete de boda e incluso se coloca en cestillos junto a la cama de los recién casados. Por algo será.
 
Canela: Sobre las propiedades de este condimento ya se ha hablado mucho, incluidas nuestras abuelas. Parece ser que añadida a los licores suaves el efecto es seguro e inmediato.
 
Cebolla: Y también el ajo, aunque lo mejor es que los coman los dos amantes al mismo tiempo, ya que así el fuerte olor de nuestro aliento no molestará a la pareja elegida. Ambos condimentos son utilizados ampliamente por los árabes en sus comidas y nadie les puede negar que saben tratar a las mujeres.
 
Clavo: He aquí otra especia de fuerte sabor y olor, pero que, utilizada sabiamente, incluso en la bebida, nos dará buenos resultados.
 
Frambuesa: Esta fruta es más adecuada para la mujer ya que contribuye a relajar los órganos sexuales y facilita el acto amoroso en el varón.
 
Ginseng: Un té tibio, quince minutos antes de empezar la sesión, es un brebaje totalmente seguro, ya que tantos millones de chinos y coreanos que lo toman no pueden estar equivocados.
Higo: He aquí otro fruto dulce, tan dulce como las pasiones que despierta. Los antiguos egipcios y los dioses griegos aparecían siempre con collares de higos, e incluso llegaron a considerar sagrada la higuera. En nuestro tiempo, aún es costumbre poner higos en la puerta de las chicas solteras en la confianza de que así saldrán rápidamente a la calle a buscar marido.
 
Malva: Esta hierba puede ser útil para aquellos encuentros fortuitos que nos hacen estar en tensión, ya que tomándola en infusión nos relajamos lo suficiente, al mismo tiempo que nuestra pasión aumenta.
Manzana: Utilizada ya con bastante éxito por Eva, es quizá el primer afrodisíaco conocido. Ya a ella le dio resultado, seguro que a usted también.
 
Menta: Los cubatas con pipermín son bien conocidos por todos y si alguien los ofrece reiteradamente la insinuación es clara. En su mano está beberlo o no.
 
Muérdago: Lo mismo se utiliza para ahuyentar a los demonios que como filtro de amor. Las antiguas brujas lo incluían en sus brebajes y no habrían acudido a ellas tantos reyes y amantes en lágrimas si no hubieran hecho efecto.
 
Nuez: Otro fruto presente en todas las noches de boda antiguas e incluido también en los postres chinos. Tal coincidencia es significativa y mejor será dejar en la mesilla de noche un puñado de nueces.
 
Pimienta: Remedio rápido e infalible. Se puede añadir al zumo de tomate o a la bebida que quieras, siempre y cuando tu estómago no sea delicado.
 
Perejil: No se te olvide añadirlo a tus ensaladas amorosas para darles un nuevo toque.
 
Pistacho: Quizá ahí está el secreto de porqué es tan caro y tan apreciado por las gentes. Mézclalo en un plato junto a las avellanas y los higos y prepárate para lo que venga.
 
Romero: Unido a la menta es un buen tónico preparatorio para después de cenar.
 
Trufa: Otro alimento caro pero bastante eficaz.
 
Salvia: Esta planta no podía faltar en ningún jardín de la antigua Grecia y de ella se decía que daba vida eterna, pero creo que su verdadera utilidad no era precisamente la longevidad.
 
Alcachofa: No tiene un gran efecto, pero para mantenerse en forma...
 
Plátano: Nos repondrá fuerzas para intentarlo de nuevo, así que tenlo a mano.
 
Dátil: Otro fruto sagrado para los moros. La seguridad de su efecto es total, no lo pongas en duda.
 
Polen: Uno de los afrodisíacos mejores, pero tarda en hacer efecto al menos cinco días, así que planea con tiempo tus lances de amor.
 
Aguacate: En Méjico dicen que es un buen estimulante; mejor no vamos a dudar de su palabra.
 
Avena: Los copos de avena son muy útiles en la mujer sin entusiasmo, pero apenas tienen efectos en el varón.
 
Chocolate: Dicen que los españoles somos tan fogosos a causa del chocolate, así que ya saben: de merienda un tazón de chocolate con leche.
 
Pipas de calabaza: Ya está claro por qué se consumen tanto en los guateques de jóvenes. Actúa más que nada en los varones sin fuerzas.
 
Cereza: Si puedes, tritura el hueso y cómetelo. Contiene la preciada vitamina B15 de la cual dicen que hace a la gente eternamente joven.
 
Gamba: Y por supuesto cualquier marisco, de los que la tradición popular habla maravillas, más que nada en el sentido de volver a empezar.
 
Miel: Aquello de irse de luna de miel no era una tontería, ya que era costumbre regalar a los amantes jarras llenas de miel para que sus primeros escarceos amorosos estuvieran coronados por el éxito.
 
Regaliz: Dicen que la mujer que come regaliz es apasionada por fuerza, así que decídete a observar a tu alrededor.
 
Diente de león: Aunque no contiene ninguna sustancia especial, es un potente restaurador de energías perdidas.
 
Fresa: Estimula de una manera directa las glándulas endocrinas y el sistema nervioso. Si tu problema es el estrés, ya sabes.
 
Lechuga: Ni se te ocurra comerla para hacer el amor. Solamente conseguirás dormirte en sus brazos, aunque esto tampoco es malo y así al despertar estarás repleto de pasión.
 
Poleo: Es bueno para las mujeres, ya que estimula la producción de hormonas femeninas. Los hombres mejor nos pasamos al café.
 
Soja: Suele restaurar disfunciones sexuales, así que el primer plato bien puede ser una fabada de soja verde.
Vitaminas C y E: Si tu alimentación es deficitaria en alguna de ellas, mucho más si es en las dos, olvídate de tu pareja para algo que no sea pasear. La vitamina E tiene una influencia directa porque actúa sobre los órganos reproductores y la C actúa sobre las glándulas endocrinas en general.
Ginseng: Un té tibio, quince minutos antes de empezar la sesión, es un brebaje totalmente seguro, ya que tantos millones de chinos y coreanos que lo toman no pueden estar equivocados.

POEMAS

Nacisteis juntos y juntos permaneceréis para siempre.
Estaréis juntos cuando las alas blancas de la muerte esparzan vuestros días.
Sí; estaréis juntos aun en la memoria silenciosa de Dios.
Pero dejad que haya espacios en vuestra unión.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una cadena;
 Que sea, mejor, un mar moviéndose entre las orillas de vuestras almas.
Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una misma copa.
Compartid vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.
Cantad y bailad juntos y estad felices, pero que cada uno de vosotros sea independiente.
Las cuerdas de un laúd están solas, aunque palpiten con la misma música.
Dad vuestro corazón, pero no para que vuestro compañero lo tenga.
Porque únicamente la mano de la Vida puede contener los corazones.
Y estad juntos, pero no demasiado juntos. Porque los pilares del templo están separados.
Y, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble.

lunes, 3 de octubre de 2011

HECHIZOS DE AMOR

Como encontrar el amor.
Coloca una vela blanca en el centro  una vela naranja ala izquierda y una roja ala derecha.

Rodead estas con una corona de rosas o un circulo de petalos humedecidos con agua de azhar .

Delante de ti pon una amatista o una turqueza sobre la que se esparcira canela en polvo . conviene hacerlo en noches de luna llena . piensa y estate seguro que vas a encontrar el amor de tu vida...
Brindis para la seducción.
Material necesario:
Dos copas
Agua de rosas
Cuatro pétalos de una rosa roja
Un lapicero
Una botella de la bebida preferida de la persona opuesta
Papel de seda rosa
Un poquito de azúcar glass
Cinco velas rojas
Esencia de pachuli
Una prenda í­ntima de la persona deseada
Cinco soportes para velas


 
Este brindis lleva connotaciones mágicas; lograrás hechizar a esa persona rindiéndose a tus pies.

1- Una noche antes limpias las copas que vayas a utilizar con el agua de rosas, lavándolas sólo con los dedos.
2- Ya que están lavadas, las secas con la ropa intima que tengas, después de esto colocas 2 pétalos de rosas en el interior de cada copa, los polvoreas con una pizca de azúcar.
3- El papel de seda rosa, lo cortas del tamaño de una tarjeta de presentación, la escribes con lápiz, el nombre tuyo y el de la persona a la que quieres; de forma entrelazada.
4- Teniendo el papel en las manos dibujas con saliva en el dedo pulgar e í­ndice un corazón, y después agregas una pizca de azúcar.
5- Cuando tengas listas las copas con todo lo indicado, las colocas debajo de tu cama por toda la noche.
6- Al dí­a siguiente tomas las velas y las marcas discretamente con el nombre completo tuyo y el de la persona deseada.
7- Al tener las velas listas, las untas con aceite de pachuli; también untas la botella en la parte inferior; las velas las colocas en forma de cí­rculo al rededor de la botella.
8- Al prender las velas después de tres respiraciones muy profundas, te concentras en tu deseo.
9-Transcurridos unos minutos, derramas unas gotas de cera en una zona oculta.
10- Los papeles que tenemos los hacemos bolita, deposí­talos en una mesita de noche al lado de nuestra cama.
11- Tomas la copa entre las manos con todo y el pétalo, lo introduces en tu boca hasta que se haga suave lo masticas y te lo comes.
12- Vuelves a limpiar las copas con la ropa interior que utilizaste.
13- Media hora antes de que llegue tu cita, colocas las velas en donde tendrán el encuentro, con excepción de una que será colocada en el dormitorio.
14- Junto a la mesa de noche están las bolitas de papel, en donde viene el nombre de ambos; al lado vas a poner una mesa de noche con las copas, y el vino o lo que se vaya a tomar para sellar el encuentro.
Procedimiento: